Economía y finanzas

Todo lo que debes saber sobre inversiones en mercados alternativos

Equip MoraBanc 2025-07-21

Los activos alternativos —private equity, capital riesgo, deuda privada, infraestructuras, inmuebles no cotizados, hedge funds, materias primas, entre otros— se han consolidado como un pilar de las carteras institucionales y, cada vez más, de la oferta para clientes de banca privada; incluso para clientes minoristas gracias a normativas como la europea ELTIF. En España, KPMG estima que el mercado local pasará de 16 000 millones de dólares en 2024 a 24 500 millones en 2028. La cifra es significativa y merece la atención de los inversores. Te explicamos las claves que debes conocer.

Características distintivas de los mercados alternativos

  1. Acceso limitado y estructuras cerradas. La mayor parte de los vehículos son fondos “cerrados” con vencimientos de 8-12 años y compromisos mínimos elevados, pero la razón por la que cada vez hablamos más de estas inversiones es que, últimamente, han aparecido oportunidades para un perfil más amplio en forma de vehículos semilíquidos y abiertos, como los evergreen.
  2. Iliquidez y valoración periódica. La posibilidad de venta es más limitada que en los mercados públicos y las valoraciones se actualizan de forma trimestral o semestral, lo que suaviza la volatilidad.
  3. Alta especialización. Estas inversiones suelen estar gestionadas por profesionales experimentados en cada sector, lo que aporta, en muchos casos, un valor añadido.
  4. Remuneración orientada a resultados. Los gestores de estos productos suelen ser también inversores de los mismos, lo que propicia que todas las partes estén especialmente alineadas.

Por qué interesan

  • Diversificación real: la correlación histórica con acciones y bonos es baja, lo que reduce el riesgo global de la cartera.
  • Potencial de rentabilidad: las primas generadas por los mercados alternativos han sido históricamente más atractivas que las registradas por los mercados públicos.
  • Protección frente a la inflación: algunas estrategias, como la inversión en infraestructuras reguladas o en el sector inmobiliario, permiten ajustar los ingresos a la evolución del IPC.
  • Temáticas de futuro: muchas de estas inversiones se centran en sectores que actualmente generan interés y demanda, tanto en el ámbito público como en el privado. Campos como la transición energética, la digitalización y el envejecimiento demográfico atraen capital hacia renovables, data centers o residencias de tercera edad.
  • Acceso a la economía no cotizada: los mercados alternativos son la puerta de entrada para invertir en empresas con gran potencial pero que aún no cotizan.

Cada vez con mayor frecuencia, las empresas deciden permanecer más tiempo en los mercados privados, alcanzando un tamaño considerable antes de salir a bolsa y generando oportunidades atractivas con elevadas rentabilidades.

Lo que hay que vigilar

  • Dispersión de resultados. La selección del gestor es esencial, ya que existe una gran diferencia de rentabilidades entre los mejores y los peores. Es fundamental ir de la mano de un buen profesional o de una entidad que genere confianza y acredite experiencia.
  • Estructuras fiscales y regulatorias. Existen distintos vehículos que pueden estar domiciliados en diversas jurisdicciones —Luxemburgo, Delaware o España— con tratamientos fiscales propios. Es importante asesorarse para evitar dobles imposiciones.
  • Costes totales: igual que las rentabilidades de los mercados privados han sido históricamente más elevadas, algunos tipos de inversión pueden implicar costes más altos que los tradicionales.

La visión de MoraBanc

Los mercados alternativos ofrecen un binomio rentabilidad-riesgo atractivo y un perfil de diversificación difícil de replicar con los activos tradicionales. Sin embargo, exigen un horizonte largo, análisis riguroso y un seguimiento profesional de riesgos. Para el inversor patrimonial o institucional, integrarlos de forma gradual y bien asesorada puede convertirse en una ventaja competitiva. Para el ahorrador minorista, los fondos acogidos a una regulación adecuada a su perfil, como el ELTIF en Europa, pueden ser una puerta de entrada más asequible. Como siempre, la clave está en entender dónde se genera el valor… y qué riesgos hay que asumir para capturarlo.