El BCE vuelve a actuar ante una inflación que no retrocede

En la segunda mitad de octubre, la inflación siguió mostrando señales de fortaleza a nivel mundial mientras se acrecentaban los temores de recesión por parte de la comunidad inversora. Dada la situación, el BCE volvió a actuar con un alza de tipos de 75 puntos básicos, y no se espera que esta sea la última del año. Por otro lado, los resultados empresariales del tercer trimestre que hemos conocido hasta la fecha ayudaron a disminuir las pérdidas acumuladas este año en los índices bursátiles.

1. Evolución del binomio crecimiento-inflación

La inflación de la Eurozona estimada para el mes de octubre aumentó al 10,7% interanual, muy por encima de las expectativas, que la situaban en el 10,2%. La inflación subyacente alcanzó el 5% interanual, en línea con las expectativas. De momento, los precios no dan tregua, con la energía como el componente que más está lastrando la economía europea. El desglose completo por componentes será publicado por Eurostat el próximo jueves 17 de noviembre.

Gráfico: Evolución del IPC de la Eurozona 2020-2022

Los primeros efectos de esta alta inflación y de la política monetaria restrictiva están ya viéndose reflejados en indicadores económicos como el PIB, que en el caso de la Eurozona desaceleró a un 0,2% en el tercer trimestre de 2022 respecto a la anterior lectura del 0,8%.

Todos los países excepto tres mostraron un crecimiento positivo, encabezados por Italia, Portugal y Lituania. En general, el PIB real de la Eurozona se encuentra ahora un 2,1% por encima de su nivel anterior a la pandemia.

2. El BCE vuelve a incrementar el precio del dinero

El Banco Central Europeo subió los tipos de interés en 75 puntos básicos, lo que lleva su tasa de depósito de referencia al 1,50%, el nivel más alto desde 2008.

La subida estuvo ampliamente descontada por el mercado, pero en su discurso Lagarde señaló que se ha logrado un «progreso sustancial en la retirada de la política monetaria acomodaticia». Debido a que las presiones inflacionarias continúan, la institución deja la puerta abierta a mayores aumentos de las tasas, pero sugiere que está preparando el terreno para una desaceleración en dichas subidas a medida que el riesgo de recesión aumenta.

Gráfico 2: Tasa de facilidad de depósito del BCE en 2022

Por otro lado, se pusieron sobre la mesa diferentes riesgos que acechan al viejo continente, como incrementos adicionales de precios de la energía a raíz del conflicto geopolítico con Rusia, el probable aumento de la tasa de paro como consecuencia de la ralentización económica y la depreciación del euro como factor proinflacionario.

3. Primeras impresiones positivas de los resultados empresariales

En la segunda mitad de octubre, los mercados de renta variable consiguieron avanzar en torno a un 6% tanto en Europa como en Estados Unidos, en parte debido a resultados trimestrales que, a pesar de la desaceleración económica, continúan sorprendiendo positivamente. Sin embargo, el movimiento no ha estado exento de volatilidad ya que en algunos casos las cotizaciones han recogido abruptamente los informes decepcionantes; aquí destaca especialmente la debilidad del sector tecnológico estadounidense. Encaramos el mes de noviembre con la segunda mitad de las empresas aún pendientes de rendir cuentas.

Otro catalizador alcista fue la publicación del PIB del tercer trimestre de Estados Unidos, el cual mostró un crecimiento por encima de lo estimado del 2,6%. Estos eventos junto a la estabilización de la situación política en Reino Unido compensaron las preocupaciones en torno a la inflación, el endurecimiento de la política monetaria y el aumento de la probabilidad de recesión.

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