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A las puertas del 2026: ¿que podemos esperar de los mercados el próximo año?

MoraBanc 2025-12-05

El año 2025 está siendo un período marcado por el optimismo por parte de los inversores. A pesar de la presencia de riesgos geopolíticos y de un contexto de política monetaria en transición, las principales clases de activos han mantenido un comportamiento positivo, con máximos históricos en renta variable, flujos elevados hacia activos de riesgo y una fuerte demanda de activos alternativos como el oro.

Las bolsas continúan en niveles muy altos, reflejando la confianza de los inversores en un escenario de crecimiento estable e inflación controlada.

Pese a este optimismo, la volatilidad transversal sigue siendo un rasgo distintivo de los mercados actuales. En los Estados Unidos, la preocupación gira en torno a las valoraciones elevadas y la sostenibilidad de la deuda pública, mientras que en Europa los focos de atención se concentran en la política fiscal expansiva y en su potencial para reactivar el crecimiento.

 Estados Unidos: crecimiento resistente pero interrogantes sobre la sostenibilidad

La economía estadounidense sigue mostrando una resiliencia notable, apoyada por una combinación de fiscalidad expansiva y un mercado laboral sólido. Sin embargo, se acumulan signos que apuntan a cierto enfriamiento de la actividad y a uno riesgo de repunte de la inflación si el gasto público y los programas de estímulo no se moderan. El mercado, por ahora, prevé más recortes de tipos de los que probablemente se producirán.

Parece difícil que la Reserva Federal pueda ejecutar tres recortes en el 2026, puesto que el equilibrio entre crecimiento, inflación y política fiscal es todavía frágil. 

Europa: política fiscal expansiva y oportunidades selectivas

En la zona euro, la combinación de políticas fiscales expansivas y una política monetaria que ha empezado a relajarse crea un entorno favorable para la actividad económica.

Aunque el crecimiento es más modesto que el de Estados Unidos, la mejora del gasto público y la estabilidad de los tipos de interés podrían impulsar determinados sectores y países. Las acciones europeas se benefician potencialmente de este nuevo ciclo fiscal, con oportunidades destacadas en banca, industriales, defensa y salud, sectores con valoraciones razonables y fundamentales sólidos.

También se prevé que el mercado se amplíe más allá de los grandes valores y que las mid-caps alemanas y otras empresas con crecimiento estructural ganen protagonismo.

En renta fija, los bonos europeos de alta calidad siguen siendo una fuente de ingresos estable, mientras que los inversores buscan mejorar el carry a través del crédito corporativo.

Crecimiento global

El crecimiento global está previsto que mejore en 2026, impulsado por una política fiscal más laxa en EE. UU. y Alemania, una fuerte inversión en IA y unas condiciones financieras favorables; sin embargo, persisten los riesgos en el mercado laboral de EE. UU.

Expectativa de crecimiento real del PIB para 2025 y 2026

Se espera que el crecimiento de EE. UU. se ralentice en el 4T de 2025 y refleje riesgos a corto plazo derivados de un debilitamiento del mercado laboral y de un impacto negativo continuado del cierre del Gobierno y de los aranceles más elevados. Sin embargo, las perspectivas para 2026 son positivas, con un repunte del crecimiento previsto gracias al gasto público, el aumento de la inversión en IA y unas condiciones financieras más favorables.

En la zona euro, un giro fiscal en apoyo del crecimiento, una reducción de la incertidumbre comercial, unos ingresos reales de los hogares sólidos y un mercado laboral resiliente impulsan el optimismo para el crecimiento en el 4T de 2025 y 2026.

En China se espera un crecimiento interanual del 5 % en 2025, gracias a un crecimiento resistente de las exportaciones y un gasto público avanzado. Aunque la economía se está moderando después de un primer semestre fuerte, la magnitud parece menor. Los recientes desarrollos de la política también sugieren que el Gobierno prefiere retrasar un nuevo impulso positivo de las medidas de estímulo hasta principios de 2026.

¿Qué opciones pueden plantearse cuando los mercados presentan valoraciones elevadas?

En 2025, los principales índices de acciones, como el S&P 500 en EE. UU., el STOXX 600 en Europa y el Nikkei 225 en Japón, han marcado máximos históricos nuevos. En renta fija, los diferenciales siguen en niveles históricamente reducidos. Cuando las inversiones tradicionales parecen caras, es crucial adoptar un enfoque estratégico que vaya más allá de seguir benchmarks.

En entornos de mercado cambiantes, a menudo resulta interesante analizar la combinación de acciones y bonos y adaptarlos a las circunstancias de cada momento.

La diversificación, tanto internacionalmente como entre clases de activos, también es clave, considerando opciones como los mercados privados, que pueden ofrecer mejores rendimientos ajustados al riesgo. Por otra parte, con correlaciones cambiantes entre activos y los cambios en la dinámica del dólar, la estrategia de cobertura de divisas se convierte en una consideración importante.

Renta variable

En 2026 la renta variable estará marcada por una dispersión mucho más elevada, un entorno multipolar y un conjunto de catalizadores estructurales (IA, reindustrialización, defensa y CAPEX global) que generarán oportunidades muy diferentes según las regiones, sectores y estilos. La gestión activa pasa a ser clave en este entorno.

Crecimiento de los beneficios (EPS) acelerado en todas las regiones

Fuente: Dallas Fed, Revelio Labs, ADP, Refinitiv, IBES, Bloomberg y Multi Asset Solutions Goldman Sachs.

Este entorno macro positivo se traduce en un crecimiento de beneficios muy sólido en todas las regiones, pero con valoraciones exigentes, especialmente en EE. UU. Para EE. UU., los mercados descuentan un “Price for perfection” (valoraciones que descuentan el mejor escenario) que puede acarrear alguna corrección en los próximos meses y que puede extenderse globalmente.

  • Europa: potencial de re-rating estructural. Defensa, energía, infraestructuras y reindustrialización como motores. Valoraciones en descuento profundo respecto a EE. UU. Expectativas de que el crecimiento 2026-27 se recupere y reduzca el gap con EE. UU.
  • Emergentes: descuento atractivo y soporte macro favorable. Cotizan a un descuento del 40 % vs. EE. UU. Beneficiados por el dólar más débil, la inflación más controlada, valoraciones bajas y earnings sólidos. India y China destacan como foco.

Renta fija

El carry como pilar central del 2026.

La renta fija presenta un entorno técnico y fundamentalmente atractivo, pero que el entorno fiscal (sobre todo en EE. UU. y Francia) puede introducir volatilidad en la parte larga.

  • Estados Unidos: Probable recorte en diciembre y otros dos recortes en el 2026 si el mercado laboral sigue debilitándose.
  • Europa: El BCE podría mantener tipos constantes, pero si la inflación cae por debajo del objetivo del 2 %, los recortes podrían volver. La fiscalidad expansiva alemana puede presionar a la parte larga de la curva.
  • Emergentes: Los mercados de deuda emergente se ven favorecidos por un dólar más débil, el precio más bajo del petróleo, unas políticas monetarias locales más laxas y unos balances soberanos y corporativos más sólidos que en períodos históricos anteriores.

El tramo corto sigue actuando como una buena cobertura en períodos de debilidad del crecimiento, mientras que el tramo largo es más vulnerable a los riesgos fiscales, a las expectativas de la inflación y a una mayor oferta de deuda soberana.