¿En qué consiste la estafa?
Todo empieza con un mensaje aparentemente legítimo a través de LinkedIn, a menudo con una propuesta atractiva: colaboraciones, herramientas tecnológicas exclusivas, acceso a proyectos innovadores u ofertas de trabajo suculentas. Los perfiles utilizados por los estafadores están muy bien construidos, con fotos, experiencia profesional detallada y conexiones creíbles. En algunos casos, incluso suplantan identidades de empresas reales.
Una vez han establecido contacto, proponen realizar una reunión virtual a través de plataformas conocidas como Zoom, Google Meet o Microsoft Teams. El enlace, la agenda y los participantes parecen perfectamente normales.
La trampa llega durante la videollamada: te piden descargar un supuesto driver para activar la cámara o el micrófono. Sin embargo, este archivo contiene malware diseñado para tomar el control del dispositivo, acceder a datos sensibles e incluso utilizarlo para atacar a terceros.